Con la convicción de que “como México no hay dos”, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el ambicioso Plan México: Fortaleciendo la Economía y el Bienestar, conformado por 18 programas y acciones para detonar el desarrollo económico del país. Ante empresarios, legisladores, gobernadores y miembros del gabinete, la mandataria destacó que el plan busca fortalecer el mercado interno, la soberanía energética y alimentaria, e impulsar el bienestar social. “Tenemos lo más importante: mucho pueblo”, declaró en el Museo Nacional de Antropología.
El Plan México contempla una amplia gama de políticas públicas. En el ámbito alimentario, busca elevar la producción de maíz blanco, frijol, leche y arroz para alcanzar la autosuficiencia, mientras que en energía se prevé un aumento del 30% en la producción de gasolinas y diésel, así como el fortalecimiento de la generación eléctrica, particularmente con fuentes renovables. A esto se suman inversiones en electrificación rural y mejora de infraestructura energética, como subestaciones y redes de transmisión.
Las obras públicas también forman una parte crucial del plan. En 2025 se prevé el mantenimiento de 44 mil km de carreteras, la construcción de trenes de carga y pasajeros, y la modernización de puertos y aeropuertos, con una inversión público-privada que generará hasta un millón de empleos. Se proyectan además 178 km nuevos del Tren Interoceánico y la extensión del Tren Maya hacia Progreso, Yucatán.

La presidenta anunció un incremento en la construcción de vivienda y créditos accesibles, con 180 mil nuevas casas y apoyos para mejoramiento. También se planea sanear 4.4 millones de créditos impagables. En total, se estima que estas acciones generarán 400 mil empleos directos. Otro eje será fortalecer la industria nacional, desde textiles hasta semiconductores y vehículos eléctricos, con incentivos fiscales y simplificación de trámites.
La estrategia también impulsa la industria farmacéutica y de equipos médicos, así como la petroquímica y de fertilizantes, exigiendo mayor contenido nacional en compras públicas. Se espera que en 2026 las adquisiciones gubernamentales alcancen un 65% de contenido mexicano. Además, se buscará aumentar la venta de productos nacionales en tiendas de autoservicio mediante acuerdos voluntarios.
En materia internacional, Sheinbaum destacó que México fue excluido de los nuevos aranceles anunciados por Donald Trump, gracias a la buena relación bilateral y al tratado comercial T-MEC. “Eso es bueno para el país, aunque algunos no quieran reconocerlo”, afirmó. El país, al igual que Canadá, quedó fuera de las tarifas impuestas a otras economías como Europa y China, lo cual representa una ventaja competitiva clave.

Sheinbaum subrayó que la industria automotriz mexicana sigue en negociación para obtener mejores condiciones en el marco de las políticas arancelarias de Estados Unidos. Marcelo Ebrard, secretario de Economía, viajará a Washington en los próximos días para continuar las conversaciones y buscar reducciones a los impuestos aplicados al acero, aluminio y vehículos. Esta industria representa el 30% de las exportaciones mexicanas a EE. UU.
Con cifras récord de empleo formal, una recaudación fiscal histórica y reservas internacionales sin precedentes, la presidenta insistió en que México atraviesa un momento de solidez económica y transformación social. Aseguró que su gobierno mantendrá el incremento al salario mínimo hasta alcanzar el equivalente a 2.5 canastas básicas, y que se garantizará la permanencia y expansión de todos los Programas de Bienestar.
“Este plan es el camino hacia un México con más empleo bien remunerado, menos pobreza, más inversión, innovación y soberanía”, concluyó Sheinbaum. Además, reafirmó su compromiso con una relación respetuosa y estratégica con Estados Unidos: “Somos vecinos, tenemos la responsabilidad de colaborar y coordinarnos”. Con una visión de largo plazo, su administración busca consolidar a México como una potencia justa, productiva y soberana.