Organizaciones no gubernamentales han condenado el asesinato de Teresa González Murillo, una madre buscadora que dedicó su vida a la localización de personas desaparecidas en México. Su muerte ha generado indignación y un llamado urgente a las autoridades para esclarecer el crimen y garantizar la seguridad de quienes realizan esta labor.
González Murillo fue atacada en su domicilio, en un contexto de creciente violencia contra buscadoras en el país. Su trabajo consistía en la búsqueda de fosas clandestinas y en la exigencia de justicia por los desaparecidos, lo que la convirtió en un blanco de amenazas y agresiones.
Diversos colectivos han señalado la falta de protección por parte del Estado hacia las buscadoras, quienes, ante la inacción de las autoridades, han asumido la tarea de localizar a sus seres queridos. Exigen que el caso de Teresa no quede impune y que se castigue a los responsables.
El asesinato de González Murillo se suma a una lista creciente de ataques contra familiares de desaparecidos y defensores de derechos humanos. La situación refleja el peligro al que se enfrentan quienes buscan verdad y justicia en un país con más de 100,000 personas desaparecidas.
El gobierno ha prometido una investigación exhaustiva, aunque organizaciones advierten que la impunidad sigue siendo un obstáculo en estos casos. También han exigido medidas concretas para evitar más crímenes contra buscadoras y activistas en México.