La presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que México podría imponer sanciones comerciales a las importaciones de pollo y pierna de cerdo provenientes de Estados Unidos, en respuesta a la decisión de Washington de imponer un arancel del 20.91% a las exportaciones mexicanas de tomate. Aunque se dijo confiada en que habrá negociación, la mandataria aclaró que existen investigaciones activas por prácticas de dumping en esos productos estadounidenses, lo que abre la puerta a represalias comerciales.
Sheinbaum afirmó que México tiene capacidad legal para responder, sobre todo porque los casos por presuntas prácticas desleales están documentados desde hace años. Uno de los ejemplos citados es la investigación abierta desde 2012 sobre el pollo estadounidense, cuya resolución técnica confirmó la existencia de dumping, aunque no se impusieron aranceles en su momento por razones sanitarias y de mercado derivadas de un brote de influenza aviar.
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, sostuvo que la amenaza de aranceles al tomate mexicano —vigente desde el próximo 14 de julio— podría ser resuelta mediante diálogo. Recordó que el acuerdo de 2019 que evitó un conflicto similar también fue negociado durante la primera administración de Donald Trump. “La consecuencia, si esto se lleva a cabo, será que a los estadounidenses les saldrá más cara su ensalada y su kétchup”, dijo con ironía.
Estados Unidos argumenta que los tomates mexicanos se venden por debajo de su precio real, afectando a los productores locales, particularmente los del estado de Florida. En contraste, México niega que haya subsidios estatales o competencia desleal. Más aún, acusa a su vez que productos como el pollo y el cerdo estadounidenses llegan al país a precios artificialmente bajos, lo que afecta a los productores nacionales.
Las tensiones comerciales entre ambas naciones escalaron recientemente. A la disputa por el tomate se suma la queja del gobierno estadounidense por la falta de cumplimiento del tratado de aguas con Texas. En ambos casos, se ha insinuado la posibilidad de sanciones unilaterales. México, sin embargo, insiste en que las causas tienen más que ver con factores climáticos —como la sequía— que con voluntad política.
México es el principal proveedor de tomate fresco a Estados Unidos, con exportaciones que superaron los 2,500 millones de dólares en 2023. Del lado estadounidense, el país latinoamericano es también su principal comprador de piernas y muslos de pollo, con adquisiciones por 768 millones de dólares en lo que va de 2024. Este peso mutuo en los mercados da margen para una solución negociada, pero también pone sobre la mesa riesgos de una guerra comercial con efectos bilaterales.