En 1948 Jorge Eliecer Gaitán, -quien en ese entonces era candidato a la Presidencia de la República en Colombia-, popularizó un concepto que años después la ciencia política acuñaría y estudiaría más a fondo: “El país político y el país nacional”.
El país político, son todos aquellos temas que se debaten acaloradamente en los Congresos, en los medios de comunicación, entre los partidos políticos o en el mundo de la academia.
Por su parte, el país nacional, son aquellas cosas que aquejan a la gente en su vida cotidiana, y que poco o nada tienen que ver con los temas que se discuten en el país político.
Qué irónica es la realidad, que de formas muy creativas da lecciones y ejemplos valiosos, pues esta semana -en el contexto de las campañas para renovar el Poder Judicial- hubo dos hechos casi simultáneos, que describen al pie de la letra la teoría de Gaitán.
Por un lado, en el país político Lenia Batres, actualmente Ministra en funciones, que aspira a repetir en el cargo (y a la Presidencia de la SCJN), se presentó este sábado en la Universidad de Xalapa. Con un discurso incoherente, lleno de lugares comunes, la autodenominada “Ministra del Pueblo” (Quien por cierto registró esa denominación ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual, como marca comercial), expuso ante un foro de académicos y estudiantes, las virtudes que ella le ve a la reforma judicial.
El lleno del evento, se lo atribuyo a que la UX desde siempre ha sido un espacio abierto para personajes de la vida pública, y a la cultura que se ha fomentado desde tiempos de su fundador el Dr. Carlos García Méndez, y que acertadamente, el Dr. Erik García Herrera, actualmente rector, han seguido, de que sus estudiantes participen activamente en estos foros de discusión y debate. ¡Muy bien por la UX!
Por otra parte, en el país nacional, el pasado martes primero de abril, se viralizó un video de “La abuelita de Chalco”, una mujer de 73 años que ante la inacción de las autoridades decidió hacer justicia por mano propia y a punta de balazos privó de la vida a dos personas de una familia de “paracaidistas” que habían tomado posesión de una casa suya y le habían cambiado las chapas.
Este fenómeno de la justicia por propia mano no es nuevo, basta recordar un par de ejemplos recientes, como el de pasajeros de una combi en la Ciudad de México que le propinaron una golpiza brutal a un ladrón que intentó asaltarlos, o el linchamiento de una mujer en Taxco, Guerrero, señalada por el secuestro y asesinato de una niña.
Es increíble que, en el México real, mientras madres buscan los restos de sus hijos, vecinos linchan a presuntos secuestradores, o personas se matan entre sí por lo que no pudo resolverse en el marco de la ley, candidatas y candidatos a los cargos judiciales tengan como principal preocupación los seguidores en sus redes sociales, o el apodo más pegajoso para la boleta.
No obstante el comentario, es mejor ser realista. Lenia Batres, a pesar de no tener la capacidad mínima para ejercer cargo alguno en el PJF, tiene altas probabilidades no solo de repetir, sino de presidir ¡el máximo órgano de impartición de justicia en México!