El gobierno federal ha decretado la prohibición de la venta de comida ultraprocesada en las escuelas de educación básica en México. La medida busca combatir problemas de salud como la obesidad infantil y enfermedades derivadas del alto consumo de azúcares, grasas y sodio.
Esta nueva regulación impide que productos como frituras, refrescos, galletas y dulces sean vendidos dentro de los planteles. La restricción se aplicará en cooperativas escolares y máquinas expendedoras, además de campañas de concientización para fomentar una alimentación saludable entre los estudiantes.
Autoridades de salud señalaron que la decisión se basa en estudios que demuestran el impacto negativo de estos productos en la infancia. México es uno de los países con mayores índices de obesidad infantil en el mundo, lo que ha llevado a implementar medidas más estrictas en la alimentación escolar.
Padres de familia y especialistas han respaldado la medida, aunque algunos comerciantes y empresas han manifestado preocupación por el impacto económico. Sin embargo, el gobierno insiste en que la prioridad es la salud de los niños y promover hábitos más saludables desde la infancia.
El cumplimiento de esta disposición será supervisado por autoridades educativas y sanitarias. Se prevén sanciones para quienes no acaten la prohibición, con la posibilidad de clausurar puntos de venta dentro de las escuelas.