Rubén Cruz Sagastume, reconocido líder agrario y ganadero en la región norte de Veracruz, fue asesinado a balazos dentro de su oficina ubicada en el centro del municipio de Tuxpan. El crimen ocurrió la tarde del viernes, en las instalaciones de la Asociación Ganadera Local Ejidal de Tuxpan, a escasos metros del Cuartel General de la 19/a Zona Militar. Sujetos armados irrumpieron en el lugar y dispararon en repetidas ocasiones contra el también exsíndico municipal, privándolo de la vida de manera inmediata.
La agresión provocó una intensa movilización de cuerpos de seguridad estatales y federales, quienes respondieron al llamado de emergencia. Elementos de la Policía Estatal, Guardia Nacional y agentes ministeriales se desplegaron en la zona, aunque los atacantes lograron escapar con rumbo desconocido. La Fiscalía General del Estado informó que se abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos, y que personal especializado ya realiza las diligencias correspondientes.
Rubén Cruz Sagastume tenía una larga trayectoria en la defensa de los derechos campesinos. Fue una figura clave en la Confederación Nacional Campesina (CNC), especialmente en el municipio de Álamo, donde encabezó la Liga Roja, una de las divisiones más activas de la organización. Su liderazgo fue reconocido por diversas instituciones, incluyendo la Universidad de Xalapa, la Alianza Campesina Veracruzana y la Unión Nacional de Agraristas Universitarios.
Además de su militancia en organizaciones campesinas, Cruz Sagastume se desempeñó como síndico municipal entre 1985 y 1988. Uno de sus logros más recordados fue la gestión para construir el camino de acceso a la comunidad de Tumilco, que hasta entonces permanecía prácticamente incomunicada. A raíz de esa obra, pobladores reconocieron su legado, e incluso una calle en la colonia México Lindo de Tuxpan lleva su nombre.
El homicidio ha causado conmoción en el ámbito agrario y político veracruzano, tanto por el perfil de la víctima como por la manera en que se perpetró el ataque. Se trata de un nuevo episodio violento en un estado donde la violencia ligada al crimen organizado ha cobrado la vida de múltiples líderes sociales, comunitarios y políticos en los últimos años. En este contexto, voces del sector campesino exigen garantías de seguridad para sus representantes.
Paradójicamente, este crimen ocurrió apenas unas horas después de que autoridades estatales y federales, encabezadas por la gobernadora Rocío Nahle, dieran el banderazo de arranque al operativo especial de seguridad con motivo del periodo vacacional de Semana Santa. El contraste entre el discurso oficial y la realidad en las calles vuelve a evidenciar la fragilidad de las estrategias de seguridad en zonas estratégicas como Tuxpan.
