El gobierno de Rusia anunció la expansión de su mercado de divisas y derivados financieros, otorgando acceso a México, Argentina, Camboya, Etiopía, Laos, Nigeria y Túnez. Con esta decisión, el número de países considerados «amistosos y neutrales» con autorización para operar en el sistema financiero ruso asciende a 40, con el objetivo de facilitar transacciones en rublos y monedas nacionales sin depender del dólar o el euro.
La medida, publicada en la página oficial del gobierno ruso, busca fortalecer la conversión directa entre el rublo y las monedas de los países aliados, permitiendo transacciones comerciales sin la intermediación de sistemas financieros occidentales. Hasta ahora, los únicos países latinoamericanos con acceso al mercado de divisas ruso eran Brasil, Cuba y Venezuela, lo que convierte a México en una nueva pieza dentro de la estrategia de Moscú para diversificar su economía en medio de las sanciones internacionales.
El anuncio llega un día después de que Estados Unidos impusiera un arancel del 25% a productos de México, Canadá y China. Aunque el Kremlin asegura que la decisión no está vinculada a este hecho, su implementación forma parte de la ley federal de comercio adoptada en julio de 2023. Sin embargo, la coincidencia en tiempos podría abrir nuevas opciones económicas para México en un contexto de tensiones comerciales con Washington.
A pesar de su inclusión en la lista, México aún debe definir los mecanismos de participación en el mercado ruso de divisas. Esto implica posibles acuerdos bilaterales que establezcan procedimientos de conversión y comercio en rublos, así como regulaciones específicas que permitan a bancos y corredores financieros mexicanos operar en el sistema ruso. La decisión final dependerá de la voluntad del gobierno y del sector financiero mexicano de aprovechar esta apertura.
Mientras tanto, Vladimir Putin criticó duramente a los líderes europeos en una reciente entrevista, asegurando que Donald Trump «restablecerá rápidamente el orden entre las élites europeas». Según el mandatario ruso, los países europeos terminarán cediendo a las exigencias de Washington, en un contexto en el que Trump ya ha amenazado con imponer nuevos aranceles a la Unión Europea. Estas declaraciones refuerzan la narrativa de Moscú sobre una división entre Occidente y los países que buscan alternativas al dominio del dólar.
La ampliación del mercado de divisas ruso representa un paso más en la estrategia de Putin para fortalecer relaciones comerciales con economías emergentes y reducir la influencia del sistema financiero occidental. Para México, la posibilidad de operar en este esquema financiero podría significar una alternativa en la diversificación de sus relaciones económicas, especialmente en un momento en el que las políticas comerciales de Estados Unidos generan incertidumbre.